Los números romanos y arábigos

Los números romanos y arábigos (BBC News, fragmento)

(https://www.bbc.com/mundo/noticias-46926506)

Durante los siglos en que China, India y el imperio islámico habían estado en ascenso, Europa había caído bajo una sombra. Toda la vida intelectual, incluido el estudio de las matemáticas, se había estancado. Pero en el siglo XIII, las cosas estaban empezando a cambiar. Liderada por Italia, Europa empezó a explorar y comerciar con el oriente. Con ese contacto llegó la difusión del conocimiento oriental hacia occidente. Y sería el hijo de un funcionario de aduanas quien se convertiría en el primer gran matemático medieval de Europa. De niño, viajó por el norte de África con su padre, donde aprendió sobre los desarrollos de las matemáticas árabes y, especialmente, los beneficios de los números indoarábigos. Cuando llegó a Italia, escribió un libro que sería de gran influencia en el desarrollo de las matemáticas occidentales. Ese matemático fue Leonardo de Pisa, más conocido como Fibonacci, y en su "Libro de cálculo", Fibonacci promovió el nuevo sistema de números, demostrando lo sencillo que era en comparación con los números romanos que se utilizaban en toda Europa. Los cálculos eran mucho más fáciles, algo tremendamente importante para quienquiera que se ocupara de los números, desde matemáticos hasta comerciantes No obstante, lo que los números traídos de Oriente despertaron fue desconfianza, no alegría ni alivio. Los viejos hábitos son difíciles de abandonar. Algunos creían que estarían más expuestos al fraude, que se prestaban para ser manipulados. Otros pensaban que eran tan fáciles de usar para los cálculos que le darían poder a las masas, quitándole autoridad a los intelectuales que sabían cómo usar el tipo de números antiguos. La ciudad de Florencia incluso los prohibió en 1299. Pero con el tiempo, prevaleció el sentido común, el nuevo sistema se extendió por toda Europa y el antiguo sistema romano se extinguió lentamente.